jueves, 27 de octubre de 2011

CLASE DE INGLÉS - Lygia Bojunga Nunes

  CLASE DE INGLÉS
Grado Octavo

  1. Identifique la macro estructura del texto.


MACROESTRUCTURA: Está relacionada con la información esquemática de la superestructura, es el sentido semántico y organiza el contenido global del discurso, es decir un resumen generalizado.


  1. Elabore un resumen que no exceda una cuartilla
  2. Caracterice los personajes que intervienen en la historia
  3. Determine Marco y espacio
EL MARCO El marco narrativo es la historia principal en la cual se van insertando otras Historias secundarias.
EL ESPACIO
El espacio en la narración es el lugar en el que transcurren los hechos.
El Espacio puede ser real o imaginario:
El espacio real se corresponde con lugares auténticos.
El espacio 'imaginario no existe.


  1. Elabore una breve reseña de la autora del libro


  1. ¿Qué opinas de enamorarse de un maestro o de un estudiante? Sustenta tu respuesta


  1. Elabora un dibujo secuencial de la historia desde los hechos más relevantes.


  1. Elabora un escrito de dos cuartillas con párrafo introductorio, uso adecuado de conectores, tema central y párrafos concluyentes. Debes escribir en tercera persona (no tomarás partido, serás un escritor neutral) El tema debe estar relacionado con amores platónicos, imposibles o peligrosos. 

jueves, 8 de septiembre de 2011

GENERO LIRICO

   
Se encuadran en el género lírico aquellas obras en las que predomina la voluntad del autor por transmitir sentimientos, reales o ficticios, y mostrar una percepción personal del mundo.

Características del género lírico

Las obras de carácter lírico, por lo tanto, se caracterizan por una perspectiva subjetiva; la obra gira en torno a un yo, que presenta la realidad desde su punto de vista. El objetivo principal de una obra lírica no es la descripción de lo externo, sino la expresión de una interioridad: de los sentimientos, de las sensaciones y de los pensamientos del que habla, generalmente el poeta. Como consecuencia de todo esto, en el género lírico es muy frecuente el empleo de la primera persona, pero pueden también aparecer otras personas gramaticales.
A diferencia de los otros géneros, en el lírico no tienen un papel prioritario las acciones ni el discurrir del tiempo; se detiene en los estados del alma y los evoca. Debido a que persigue transmitir un determinado sentimiento o una situación anímica, en el género lírico predomina la descripción como variedad del discurso.
Algunas de estas características pueden observarse en el siguiente soneto:
EL POETA PIDE A SU AMOR QUE LE ESCRIBA

Amor de mis entrañas, viva muerte 

en vano espero tu palabra escrita

y pienso, con la flor que se marchita,

que si vivo sin mí quiero perderte.




El aire es inmortal. La piedra inerte

ni conoce la sombra ni la evita.

Corazón interior no necesita

la miel helada que la luna vierte.




Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,

tigre y paloma, sobre tu cintura

en duelo de mordiscos y azucenas.




Llena, pues, de palabras mi locura

o déjame vivir en mi serena

noche del alma para siempre oscura.

Federico García Lorca
En este poema, el autor se expresa a través del uso de la primera persona en los verbos (espero, pienso, vivo, quiero, sufrí) y en los pronombres y determinantes (mis entrañas, mí, yo). Pero también el léxico remite a realidades interiores (entrañas, corazón, alma, locura) que hacen que los sentimientos cobren protagonismo y podamos identificar el texto como lírico. Aunque se refiere a otras personas () o elementos externos distintos al yo (la piedra, el aire), estos se emplean en último término para expresar lo que el poeta siente.

TEATRO


Características del teatro

José Carlos Carrillo Martínez
La dramática constituye uno de los principales géneros literarios. Presenta, de manera directa, uno o varios conflictos a través de uno o varios personajes que desarrollan sobre la escena el argumento gracias, fundamentalmente, al diálogo. El teatro o dramática se presenta ante los posibles receptores de dos maneras: mediante la actuación de los actores sobre un escenario delante del público o a través de la lectura de la obra como si se tratase, por ejemplo, de una novela. De todos modos, las obras teatrales están concebidas para ser representadas, y cualquier lectura personal no es más que un ejercicio incompleto, ya que hemos de prescindir de elementos tales como la música, la iluminación, el movimiento de los actores...

Características del género dramático

Así, este género literario cuenta con las siguientes características básicas:
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Los autores dramáticos deben contar una historia en un lapso de tiempo bastante limitado, con lo que no se pueden permitir demoras innecesarias.
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El hilo argumental debe captar la atención del público durante toda la representación. El recurso fundamental para conseguirlo consiste en establecer, cada cierto tiempo, un momento culminante o clímax que vaya encaminando la historia hacia el desenlace.
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El teatro es una mezcla de recursos lingüísticos y espectaculares, o lo que es lo mismo, el texto literario se suma, como un elemento más, a los elementos escénicos pertinentes para conseguir un espectáculo completo.
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Aunque podamos leer una obra de teatro, los personajes que intervienen en ella han sido concebidos por el autor para ser encarnados por actores sobre un escenario.
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La acción se ve determinada por el diálogo y, a través de él, se establece el conflicto central de la obra.
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El autor queda oculto detrás del argumento y los personajes. Si leemos una obra teatral, observaremos que de vez en cuando aparecen indicaciones sobre cómo debe ser el escenario o cómo deben actuar los personajes. Estas instrucciones se denominan acotaciones. Por lo demás, los sentimientos del autor, sus ideas y opiniones se encuentran diluidos en la amalgama de personajes y ambientes que forman una obra de teatro.
A partir de estas características generales, los elementos que otorgan personalidad propia a este género son los siguientes:

Acción

Son todos los acontecimientos que suceden en escena durante la representación relacionados con la actuación y las situaciones que afectan a los personajes. Dicho de otro modo, la acción es el argumento que se desarrolla ante nuestros ojos cuando asistimos a una representación teatral. Este argumento suele estar dividido en actos o partes (también denominados jornadas). La antigua tragedia griega no se dividía en actos, sino en episodios(de dos a seis) separados entre sí por las intervenciones del coro. A partir del teatro romano se generalizó la división en cinco actos, hasta que Lope de Vega (1562-1635) redujo la acción a tres actos, división que llega hasta hoy. Si dentro de un acto se produce un cambio de espacio, entonces se ha producido un cambio de cuadro, con lo que dentro de un acto puede haber distintos cuadros según los espacios que aparezcan. Por otra parte, cada vez que un personaje sale de la escena, o bien cuando se incorpora uno nuevo, se produce una nueva escena. Un acto constará de tantas escenas como entradas y salidas de personajes haya.

Personajes

Son quienes llevan a cabo la acción dramática a través del diálogo. Debido a las limitaciones espacio-temporales de una obra teatral, es difícil que podamos asistir a una caracterización psicológica profunda de todos los personajes, por lo que sólo son analizados con detenimiento los protagonistas. Los personajes se suelen valer de la mímica o los gestos como complemento al discurso. Estas expresiones fisonómicas o gestos suelen obedecer a las acotaciones del autor, aunque en algunas representaciones es el director de escenografía el que dicta los movimientos de los actores, en ocasiones, de manera distinta a las acotaciones. Con la eclosión del teatro durante el Siglo de Oro (XVI-XVII), aparecen una serie de personajes o tipos característicos que representan actitudes o comportamientos ideales, tales como el galánla damael padre o hermano de la dama,el gracioso como contraste al galán, el criado criticón o el soldado presumido y fanfarrón. A partir del Romanticismo no podemos hablar de tipos determinados, sino de personajes que evolucionan ante los ojos del espectador.

Tensión dramática

Es la reacción que se produce en el espectador ante los acontecimientos que están ocurriendo en la obra. Los autores buscan el interés del público mediante la inclusión de momentos culminantes al final de cada acto, lo cual contribuye a que se mantenga la atención hasta el desenlace. La tensión dramática pone en juego recursos como el avance rápido de la acción justo después de la presentación, de modo que se pone inmediatamente en marcha el conflicto; momentos que van retardando el desenlace, con lo que el interés aumenta, y el denominado anticlímax, cuando el conflicto que presenta la acción llega a un desenlace inesperado o no previsto.

Tiempo

No es fácil el tratamiento del tiempo en una obra dramática, ya que ésta se desarrolla ante los ojos del espectador y las posibilidades que ofrece una novela, por ejemplo, son prácticamente infinitas en comparación con una obra teatral. Hemos de tener en cuenta que, por un lado, está el tiempo de la representación, es decir, lo que dura la obra teatral (dos o tres horas, habitualmente). En ese tiempo se debe desarrollar una acción determinada, que puede durar lo mismo que la representación, o más, con lo que los personajes deberán hacer referencia al tiempo que transcurre (prolepsis), denominado tiempo aludido. Así, hemos de diferenciar entre tiempo de la representación, tiempo de la acción y tiempo aludido.
Como hemos dicho arriba, las obras se suelen dividir en actos o jornadas. Normalmente, si se produce algún salto temporal, éste estará situado entre dos actos, y serán los personajes los encargados de informar, mediante sus palabras, del tiempo que ha transcurrido con respecto al acto anterior. Aristóteles, en el siglo IV a. C., estableció en su Poética unas sencillas técnicas que ayudaban a evitar los saltos espaciotemporales: se trata de laregla de las tres unidades, según la cual la acción de una obra dramática sólo se podrá desarrollar en un día (unidad de tiempo), en un único espacio (unidad de lugar) y con un solo hilo argumental, sin acciones secundarias (unidad de acción). Lope de Vega rompe con estas reglas tan estrictas y el teatro del Romanticismo (XIX), siguiendo las directrices de Lope en su Arte nuevo de hacer comedias, consagrará la ruptura definitiva con la Poética de Aristóteles.

Diálogo

Las conversaciones que los personajes mantienen entre sí hacen que la acción avance. Estas conversaciones se pueden producir entre dos o más personajes. En algún momento, un personaje, apartándose del resto o desviando su mirada, puede hacer un comentario en voz alta, destinado al público, que no es oído por el resto de personajes. Este recurso se denomina aparte. Mediante los apartes los personajes realizan reflexiones en voz alta, hacen comentarios malintencionados o declaran un pensamiento que puede ser de utilidad para el desarrollo de la acción. La finalidad de los apartes es la de informar al público. Por otra parte, uno de los recursos más característicos del teatro es el monólogo: discurso que un personaje, normalmente solo sobre el escenario, pronuncia para sí mismo a modo de pensamiento o reflexión, aunque en realidad el receptor último es el público. Suele tener un carácter lírico y reflexivo y una extensión considerable. El monólogo más famoso de nuestra literatura es el que pronuncia Segismundo en La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca (1600-1681). Hoy en día el término monólogo se ha puesto de moda gracias a las intervenciones que ciertos humoristas realizan sobre un escenario ante el público. Se trata de un recurso teatral desgajado del contexto de una obra dramática, que demuestra el gran rendimiento que puede ofrecer como reflexión o información a los espectadores. Por último, en el teatro clásico grecolatino solía aparecer un coro que, en ciertos momentos de la representación, era tomado por la voz de la conciencia del personaje, el narrador o una comunidad de personas. Este personaje colectivo solía poner el punto final a cada uno de los episodios en los que estaban divididas las obras dramáticas.

Acotación

Se trata de aclaraciones que el autor de la obra teatral realiza sobre cómo debe ser el decorado, cómo se tienen que mover los personajes, qué gestos deben hacer... Son orientaciones que intentan clarificar la comprensión de la obra, por lo cual, aunque aparezcan ante nuestros ojos cuando leemos una obra dramática (normalmente entre paréntesis o con letra cursiva), no pueden ser pronunciadas durante una representación.

Elementos caracterizadores

Para que el argumento de una obra sea creíble, los directores teatrales suelen recurrir a recursos auxiliares que contribuyan al espectáculo: un vestuario acorde con la época en la que se sitúa la obra, música de fondo o de acompañamiento (con la misma finalidad que la banda sonora de una película), iluminación adecuada a cada momento y una escenografía adaptada a la obra en cuestión, que suele estar al cargo del director de escena. En el teatro medieval estos recursos eran casi inexistentes, con lo que los espectadores debían utilizar más su imaginación para la contemplación de una obra teatral. Durante el Siglo de Oro, con la representación en corrales de comedias, los autores se debían valer de dos o tres puertas al fondo del escenario y un primer piso con ventanas y un balcón. Poco a poco el teatro se fue desarrollando y fue precisamente Calderón de la Barca quien más contribuyó al desarrollo de los efectos más o menos especiales y de la escenografía. Hoy en día la representación depende, en cuanto a su escenografía, del director de escena, que puede concebir un escenario minimalista, es decir, con los mínimos recursos, o bien una representación clásica, esto es, lo más realista posible.

jueves, 28 de julio de 2011

EL RESUMEN ....................................................

    








El  resumen consiste en reducir un texto de tal forma que éste sólo
contenga cuestiones importantes, las cuales se caracterizarán por: fidelidad en
las palabras, puntos importantes adecuadamente destacados y que exista
conexión entre ellos.
El resumen no solo es beneficioso porque estimula la capacidad de
síntesis, sino que es también fundamental para mejorar la expresión escrita, la
cual es decisiva en un examen.
Así mismo, la organización lógica del pensamiento que requiere la
escritura es el mejor método para profundizar en la comprensión. Por eso
nunca hay que limitarse a copiar fragmentos. Tenemos  que escribir con
nuestras propias palabras después de reflexionar.
 El objetivo específico de los resúmenes es la representación sintética y
objetiva de lo leído o escuchado.
CARACTERÍSTICAS DE UN RESUMEN:
1. Orden en las ideas.
2. Claridad.
3. Concisión.
4. Deben ser personales.
5. Usar abreviaturas, códigos y signos.
Los resúmenes son recomendables para consignar, entre otras cuestiones:
La clase expuesta por el profesor.
Lecturas adicionales.
Conferencias
Discusiones con compañeros.
PROCEDIMIENTO PARA HACER UN RESUMEN:
El realizar un resumen tiene su técnica y los pasos son los siguientes:
Lectura exploratoria del capítulo o fragmento que se estudiará.
Lectura pormenorizada hasta su total comprensión, sobre los párrafos
fundamentales.
Subrayado de las ideas más importantes.
Comprobación de que lo subrayado tiene unidad y sentido. 2
A partir de lo subrayado, escribe las ideas significativas con las propias
palabras del autor; procura que exista ilación en el contenido, para que
el tema no pierda su significado.
Para hacer un buen resumen, se tiene que dominar la técnica del subrayado.
EJERCICIO
Instrucciones: de acuerdo a lo anterior realiza un resumen de la siguiente
lectura.
AMISTAD
¿Te gustaría tener amigos? No hay chico que no los busque.  Y  si  los
pierde, sufre mucho. Hasta a mí me gustaría; pero no los puedo tener. Muchos
me tienen afición, nada más que afición. Amistad sólo puede  existir entre
personas. Y tú ya sabes que no lo soy.
¿Quieres saber, antes de seguir, qué‚ es amistad?
Amistad es la mutua simpatía que sienten las  personas,  simpatía  que
impulsa a tratarse con frecuencia, que tiende a preocuparse por  ellas  y sus
problemas y que intenta mejorarlas.
Las palabras claves de la amistad son:
-          Simpatía.
-          Tratarse.
-          Preocuparse
-          Mejorar.
La simpatía debe ser hacia la persona, con sus cualidades y  defectos.
Por esto, puede no ser verdadera amistad la simpatía que sientes hacia las
actividades que practica el otro: deportivas, por ejemplo. Te  puede caer bien
uno porque tiene moto y te lleva a correr. Es un ejemplo.
Lo propio de los amigos es buscarse para hablar de sus cosas: de sus
aficiones, sus ilusiones, sus preocupaciones, sus dificultades.  Se  sienten
vinculados el uno al otro y procuran estar juntos en los momentos  de tristeza y
de alegría.
No existe verdadera amistad, mientras no se manifiesta la propia
intimidad.
De esta entrega mutua de la intimidad, se deduce el compromiso de
guardar secreto y nace la preocupación de ayudarse el uno al otro. De aquí,
que toda amistad tienda a mejorar al amigo. No  es  amigo  el que induce a
malos comportamientos. A lo sumo es un aliado. Procura  evitar estos aliados,
cuanto antes. 3
No es señal de amistad el abandono de tus normas morales  o de tus
criterios propios, para aceptar los del amigo. Esto, más bien,  sería  signo de
inmadurez.
Un grupo de chicos que se animan mutuamente a travesuras que no
harían a solas, no son amigos; son una "pandilla" peligrosa. Los drogadictos
se inician en las "pandillas".
¿Quieres saber dónde puedes encontrar amigos?
Tú te relacionas con chicos de tu edad en diversos lugares.  Tienes
compañeros en el colegio, en el lugar de veraneo, en actividades deportivas;
están los hijos de los amigos de tus padres, etc. De todos ellos,  naturalmente,
tienen que salir los amigos.
Alguno te caerá simpático y te será fácil hablar con él. Poco a  poco, de
compañeros pasaréis a ser amigos, aunque no os lo digáis.  La  amistad no es
un compromiso que se declara. Se vive.
Avisos:
§         Un amigo no debe acaparar la amistad del otro. Quiero decir que no
debes impedir que un amigo tuyo tenga, además, otros amigos.
§         Los amigos suelen ser pocos. De entre las personas con que  nos
relacionamos, no es frecuente encontrarse con muchos que sientan aquella
mutua simpatía que lleva a una verdadera amistad.
§         Los amigos se invitan a sus casas y se dan a conocer a las respectivas
familias. Es bueno que tus padres conozcan tus amigos.
§         Cada chico tiene que pensar que, antes de los amigos, está  la  propia
familia con la que se debe convivir; y hay también unos compañeros que no
se deben discriminar por ser amigo de alguno de ellos.
La virtudes que sostienen y fomentan la amistad son:
-          Lealtad.
-          Generosidad.
-          Comprensión.
-          Confianza.
-          Respeto.
-          Pudor al manifestar las intimidades personales.
De todas ellas te hablaré‚ más adelante. Vale la pena que las  conozcas
y las vivas. Tus amigos se lo merecen.
            Don Samuel Valero 

domingo, 22 de mayo de 2011

Garcilaso de la Vega

Nació en Toledo, en el año 1501, emparentado con las familias patricias de los Pérez de Guzmán, Hurtado de Mendoza y Santillana.
Garcilaso de la Vega
Fue Caballero, a la vez, de Carlos I y del Duque de Alba, viajando con ambos como guerrero y embajador, por España, Italia y Francia.
Se casó en 1525 con Isabel de Zúñiga, quien falleció en 1534.
En 1529, viajó a Italia acompañando a Carlos I, quien sería coronado Emperador por el Papa Clemente VII.
Regresó a España, pero fue castigado con el destierro en una isla del Danubio, por haber concurrido a la celebración del casamiento de su sobrino, enemigo de la Corona, sin consentimiento imperial.

En 1532 dejó el Danubio y se dirigió a Nápoles.
Durante la campaña de Provenza, tuvo un accidente en un asalto a un castillo francés que precipitó su muerte, a los treinta y tres años, el 19 de octubre de 1536.

Su obra fue breve como su vida y está compuesta por:
* Una epístola, dirigida a su amigo Boscán.
* Dos elegías: una dedicada al hijo del Duque de Alba, Don Bernardo de

Toledo,fallecido prematuramente en la guerra, y la otra, a Isabel Freyre,
una dama portuguesa por la que sintió un gran amor, no correspondido.
* Tres églogas.
* Cinco canciones, en las cuales cultivó el endecasílabo italiano, como en
sus otros poemas.
* Treinta y ocho sonetos.
* Algunas composiciones de metro español.

Abordó en sus poesías la vida pastoril, la idealización de la naturaleza, con hierbas y flores coloridas y sanas, el agua fresca y serena, el radiante amanecer, la alegre primavera, etcétera. Los elementos del paisaje, sienten y se expresan en una animación y personificación constante, por ejemplo, “Con mi llorar las piedras se enternecen…”, “…las aves que me escuchan…”.
Garcilaso de la Vega
Frente a la poesía medieval, surge el antropocentrismo renacentista, centrado en los episodios de su vida personal. En ellos alude a su Toledo natal, a su destierro en una isla del Danubio y en Italia, a sus actividades de guerrero y poeta, entre otras.

Hay en sus versos un ansia incontenible de apresar el tiempo, de hacer permanente lo fugaz y material.
Según el estudio realizado por Rafael Lapesa, podemos distinguir tres etapas en la obra de Garcilaso:
La primera, es la castellana, en la que su pluma compuso versos octosílabos.
La segunda, etapa italiana o petrarquista, con notable influencia de Francesco Petrarca, donde dedicó a su amada Isabel Freyre, la mayoría de sus sonetos y canciones.

La tercera, clasicista o napolitana, con aportes de los clásicos latinos y de poetas napolitanos, concibió elegías, epístolas, églogas y odas.
Su obra no vio la luz durante su vida. Fue su amigo Boscán, quien la publicó junto a su propia producción, en el año 1543, bajo el título “Las obras de Boscán y algunas de Garcilaso de la Vega”.
En 1569, se editó un tomo que contenía solamente la obra de Garcilaso de la Vega.

martes, 26 de abril de 2011

LIRICA EN LENGUA CASTELLANA (siglos XIII-XIV)

Se entiende por Literatura medieval española el corpus de obras literarias escrito en castellano medieval entre, aproximadamente, comienzos del siglo XIII y finales del siglo XV. Las obras de referencia para esas fechas son, por un lado, el Cantar de mio Cid, cuyo manuscrito más antiguo sería de 1207, y La Celestina, de 1499, obra de transición hacia el Renacimiento.
Dado que, como demuestran las glosas utilizadas en Castilla para explicar o aclarar términos latinos,[1] hacia finales del siglo X el latín hablado se había distanciado enormemente de sus orígenes (empezando a dar paso a las distintas lenguas romances peninsulares), hay que sobreentender que la literatura oral estaría siendo producida en castellano desde bastante antes que la literatura escrita.


La palabra "lírica" define todo aquello relativo o perteneciente a la lira, o a la poesía propia para el canto. Sus orígenes son griegos: se trataba de aquella poesía que no estaba destinada a ser leída, sino a ser recitada ante un público por un individuo o por un coro, acompañado de algún instrumento de música, principalmente de la lira. Actualmente se utiliza dicho concepto para definir uno de los tres principales géneros poéticos, que comprende las composiciones de carácter subjetivo, y en general, todas las obras en verso que no son épicas o dramáticas.

La poesía lírica se caracteriza por la polimetría, la musicalidad y porque su temática principal son los sentimientos personales del individuo, del poeta: sus ideas, sus afecciones, su intimidad.




La lírica gallego-portuguesa: las cantigas.                                 

En el siglo XII varios reyes de Castilla y León tuvieron el gallego por lengua materna, lengua que se usó en todas las clases sociales y que se plasmó en todo tipo de textos de la época (cartas, composiciones literarias, documentos legales,...). Su forma ideal para la lírica trovadoresca provocó que en los tiempos cercanos al año 1200 naciera en ese idioma una escuela poética que, conjugando la lección de los trovadores provenzales y las inspiraciones populares, fuera durante dos siglos el núcleo principal de la lírica peninsular.
La tradición gallego-portuguesa (lenguas de gran similitud en aquel momento) convirtió la canción trovadoresca  en la austera y abstracta cantiga d'amor, y el sirventés (o serventesio) provenzal en la más desenfadada e intrascendente cantiga d'escarnho o de maldizer. Pero su principal desarrollo está en la cantiga d'amigo, versión literaria de la canción de la muchacha enamorada expresadas en las jarchas en torno al siglo XI.

Las cantigas d'amigo son poemas líricos escritos por la mano de un hombre que pone en los labios de una mujer enamorada. Es ésta, entonces, la que expresa su pasión amorosa, la mayoría de las veces más llena de dolor que de gozo, su resignada sumisión al amor de un amigo y, en ocasiones, la oposición de su madre a éste. La mayor parte de estos poemas son monólogos en los que la mujer se dirige a su madre, a una hermana, a una amiga confidente, al propio amado o a algún elementos de la naturaleza personificado. Existen algunas cantigas donde el destinatario responde, dando un carácter más dramático al poema.

Las cantigas d'amor son poemas donde el poeta es también un hombre, pero esta vez no utiliza la figura de la mujer para expresarse, sino que lo hace en primera persona, y se dirige a su dama o reflexiona sobre el amor o su amada. Las cantigas de amor gallego-portuguesas están basadas en la poesía trovadoresca provenzal de los siglos XI y XIII, pero con algunas diferencias: la canción provenzal está sujeta a determinadas normas de versificación más estrictas que las que usan las cantigas d'amor, que prescinde de todo elemento decorativo, además, en la canción provenzal predomina la sensación de felicidad, mientras que en las cantigas de amor el poeta, normalmente, no es correspondido por la dama.

Las cantigas d'escarnho o de maldizer son poemas de carácter satírico o burlesco, que trata de ridiculiar a personas, personajes del momento, costumbres o instituciones. Las cantigas d'escarnho (de escarnio) utilizan un doble juego de palabras, el recurso de la equivocatio o palabras cubertas, mientras que las cantigas de maldizer (de maldecir) utilizan un lengua más directo, sin rodeos, más hiriente, incluso, en algunas ocasiones, grosero y obsceno, profundamente alusivo. Aunque su forma es fundamentalmente lírica, cabe la posibilidad de encontrar en ellas una primera parte en narrativa, que realiza una síntesis del asunto, para luego pasar a la parte lírica, donde las coplas proceden al maldizer.

Existen otros tipos de cantigas, definidas tanto por su estructura o forma, como por su contenido o fondo, menos conocidas pero que también se practicaron en la Edad Media, como fueron las cantigas de refram, utilizadas en las formas más populares de la lírica gallego-portuguesa y que consistía en una cantiga cuyos dos últimos versos eran un refram; las cantigas de mestria, que se caracterizaban por la ausencia de refram, ya que eran utilizadas por los trovadores provenzales, quienes consideraban el refram algo demasiado popular; las cantigas de romaria, cuyo tema central era la peregrinación o romería a ermitas o santuarios; las cantigas de seguir, donde se produce por parte del autor a una apropiación de una cantiga ajena (bien de la música, bien de las rimas, o bien del sentido de sus versos), según determinadas reglas, y cuyos orígenes es probable que estén en los duelos públicos de trovadores, donde la improvisación era fundamental siguiendo una cantiga concreta; y, por último, las cantigas de vilāo, de estilo grosero y populachero.

Autores importantes que escribieron Cantigas están Pero Meogo, Nuno Fernández Torneol, Meendinho, Martín Codax, Joan Zorro, Airas Nunez, Don Denis y Alfonso X "el sabio".


Cuando hablamos de la lírica arábigo-andaluza, quizás estemos hablando del origen de toda la lírica románica. Las primeras tesis sobre dicho origen aparecieron hacia el año 1915 en la voz de Julián Ribera. Entre los continuadores de su teoría se encontraba un joven hebreo nacionalizado inglés, S.M. Stern, y Emilio García Gómez, quienes en el año 1948, con el descubrimiento de la existencia de las jarchas -20 jarchas, o jaryas, encontradas en manuscritos semidestruidos en la Guenizá de la Sinagoga de Fostat, en El Cairo- dieron argumentos suficientes donde apoyar la tesis del origen árabigo-andaluz de la lírica románica, desbancando otras teorías anteriores que situaban su origen en la lírica provenzal, al ser hasta ese momento, de la que se tenía constancia tanto de los textos más antiguos, como de su presencia en toda Europa.

Los árabes que entraron en España trajeron consigo la poesía árabe tradicional oriental (la qasida). Esta poesía, cuyo origen se sitúa en el siglo IV, tenía una métrica rígida, con tres características esenciales: era un poesía monorrima, uniforme (los poemas no estaban divididos en estrofas, sino que constaba de un número de versos entre treinta y ciento cincuenta), y con una temática principalmente racial; composiciones que el poeta no escribía, sino que dictaba a sus discípulos y rapsodas para que las memorizaran.

Al llegar a Al-Ándalus, hubo dos hechos importantes que hicieron que  la poesía árabe tradicional oriental derivara en un nuevo tipo de poesía: la existencia de una sociedad multirracial y bilingüe. Multirracial porque en Al-Ándalus convivían tres culturas diferentes -judía, árabe y cristiana- pero unidas en su concepción religiosa: la existencia de un solo dios -Yahvé, Alah, Dios cristiano-. Bilingüe, ya que se hablaba el dialecto romance junto al árabe. Tres formas de ver la vida, tres libros sagrados -La Tanaj, El Corán, La Biblia-, tres formas de expresión escrita que provocan, a lo largo de los siglos de convivencia, la separación paulatina de la lírica tradicional árabe y la aparición de un nuevo tipo de poesía: la muwaassahs, la jarchas y el zéjel.

Esta renovación literaria de la poesía clásica oriental tiende hacia la elaboración de poesías estróficas de varios tipos de versos cortos, en estrofas de ritmo cambiante, e insertando refranes y expresiones populares en árabe vulgar, entre los versos en árabe literario. Aparece la moaxaja (muwaassahs), y fue cultivada en Al-Ándaluz durante los siglos XI, XII y XIII. Su invención se le atribuye al poeta cordobés Muqadamm ben Mu'safà (Moccadan de Cabra), pero quizás sea más cierto decir que fue él quien la puso de moda en la corte cordobesa del momento.  Según Emilio García Gómez, la moaxaja está constituida por cinco o siete estrofas con idéntica estructura rítmica dividida por la rima en dos partes: una con rimas independientes (bayt) y la otra con rimas dependientes en todas las estrofas (qufl). En el caso de que encabece la composición un qufl, recibe el nombre de mat, là (preludio) y compone una moaxaja perfecta (tamm). Si esto no ocurre, la moaxaja se llama aqra. El final de cada poema está rematado con una coplilla romance: la jarcha. Podríamos decir que el cuerpo de la moaxaja está en la lengua literaria del autor, pero toda la composición se concibe como presentación de estos versillos en romance (o en árabe vulgar) que le sirven de remate o terminación.

La palabra jarcha significa en árabe salida o finida. Las jarchas es la base sobre la que construye la moaxaja. Algunos estudiosos llegan incluso a afirmar que la jarcha es anterior a la moaxaja, y de distinto autor. Esta teoría se basa en la variación temática de la segunda respecto a la primera. Mientras que las moaxajas eran composiciones destinadas a un protector, las jarchas están constituidas por lamentos del amor femenino, casi siempre causados por la ausencia del amado y a veces vertidos en presencia de una confidente como la madre o las hermanas. El amor es el pretexto y el tema: no hay alusiones ajenas al sentimiento, expresado en forma directa, abierta, con profusión de interjecciones y preguntas que contribuyen a crear el clima apasionado.

En el caso del zéjel, su estructura es en esencia la misma que la de las moaxajas, sólo que mientras en la moaxaja el ritmo lo marca la jarcha, el zéjel carece de ella y  es el estribillo o markaz quien establece el ritmo del poema; además el zéjel está escrito en gran parte en lengua popular, apartándose en gran medida de las directrices y métricas de árabe literario clásico (la qasida). Su estructura bipartita (estribillo-copla) data del siglo X entre los árabes andaluces -alcanzando su máximo esplendor en el siglo XII con Ben Quzman-  mientras que en el resto de Europa el primer caso de virelai es del siglo XI. Éste hecho, junto a la persistencia de su uso entre los árabes y en al Península, hasta los días de hoy -mientras que la lírica provenzal dejó de practicarse en el siglo XII-, hacen reafirmar el origen arábigo-andaluz de la lírica románica, aunque, sin duda, siempre hay que dejar una puerta abierta a posibles descubrimientos futuros, que desbancaran esta teoría, como el descubrimiento de las jarchas desbancó el origen en la lírica provenzal.

Epica en la edad media: los cantares de gesta

Un poema épico, o, entre nosotros, un cantar de gesta, es un poema narrativo de tipo tradicional en el que se narran las hazañas legendarias de un héroe nacional.
Frente a la lírica, de carácter individual, y a la épica culta (pienso, por ejemplo en el Libro de Alexandre) , la poesía épica popular sintetiza el espíritu de la colectividad de un pueblo, que afirma su conciencia política en estos signos culturales.
Cantar de gesta es el nombre dado a la epopeya escrita en la Edad Media o a una manifestación literaria extensa perteneciente a la épica que narra las hazañas de un héroe que representa las virtudes que un pueblo o colectividad consideraban modélicas durante el medievo.


Cantar de mio Cid

El Cantar de mio Cid es un
cantar de gesta anónimo que relata hazañas heroicas inspiradas libremente en los últimos años de la vida del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar. Se trata de la primera obra narrativa extensa de la literatura española en una lengua romance, y destaca por el alto valor literario de su estilo.
Está escrito en
castellano medieval y compuesto alrededor del año 1200 (fechas post quem y ante quem: 1195–1207). Se desconoce el título original, aunque probablemente se llamaría gesta o cantar, términos con los que el autor describe su obra en los versos 1085 y 2276, respectivamente.
El Cantar de mio Cid es el único cantar épico de la
literatura española conservado casi completo. Se han perdido la primera hoja del original y otras dos en el interior del códice, aunque el contenido de las lagunas existentes puede ser deducido de las prosificaciones cronísticas, en especial de la Crónica de veinte reyes. Además del Cantar de mio Cid, los cuatro textos de su género que han perdurado son: las Mocedades de Rodrigocirca 1360—, con 1700 versos; el Cantar de Roncesvallesca. 1270—, un fragmento de unos 100 versos; y una corta inscripción de un templo románico, conocida como Epitafio épico del Cid —¿ca. 1400?—.
El poema consta de 3735 versos de extensión variable (
anisosilábicos), aunque dominan versos de 14 a 16 sílabas métricas. Los versos del Cantar de mio Cid están divididos en dos hemistiquios separados por cesura. La longitud de cada hemistiquio es de 4 a 13 sílabas, y se considera unidad mínima de la prosodia del Cantar. No hay división en estrofas, y los versos se agrupan en tiradas, es decir, series de versos con una misma rima asonante.origen de la épica en el Mester de Clerecía (el oficio de los clérigos). Los clérigos eran los hombres poseedores de la cultura -en el sentido más amplio de la palabra- de la época y, por lo tantos, tenían la posibilidad de conocer los hechos históricos y reflejarlos por escrito (hecho que ocurre algo más tarde). Los individualistas creen en que son autores concretos los iniciadores de los poemas épicos, y no una colectividad. No dudan de que los clérigos utilizaran a los juglares como medio de difusión de la cultura.

Es necesario señalar que, sea su origen juglar o clerical, las intenciones que tuvieran cada uno de ellos -dado sus oficios- debieron ser distintas: el juglar, divertir; el clérigo, adoctrinar. 

El juglar, como profesional de la diversión, actuaba frente a públicos de distintos tipos y niveles culturales, lo que provocaba que los poemas memorizados debía adaptarlos en cada momento, en un sentido orgánico de la creación, para ser aceptado por los espectadores, y no sufrir el rechazo. Esto implica que estos poemas no tenían, en sus principios, ni la uniformidad ni la conservación que tiene la literatura actual. Los poemas épicos estaban afectados tanto por la renovación continua como por las tendencias y modas literarias de cada instante, hasta que empezaron a aparecer los primeros documentos escritos de los mismos (aproximadamente en el siglo X).

El clérigo buscaba el adoctrinamiento utilizando leyendas e historias, en su afán de la atracción de los peregrinos y fieles a sus pensamientos. Existieron, incluso, clérigos vagabundos, juglares, que iban de boca en boca alimentando esta práctica de la publicidad de la poesía épica.

Probablemente ninguna de las teorías fueran erróneas y se produjera una coexistencia de ambos orígenes, que generaron el nacimiento de este arte románico, cuyo conocimiento y disfrute es esencial para todos aquellos que quieran conocer el nacimiento de nuestra literatura.

EL mester de clerecia en el siglo XIII

Se llama Mester de Clerecía a la literatura medieval compuesta por "clérigos", es decir, hombres instruidos y no necesariamente sacerdotes (podían ser nobles, como Pedro López de Ayala, judíos, como Sem Tob, o musulmanes, como el anónimo autor del Poema de Yusuf) que poseían unos conocimientos superiores a los del trivium o triviales, la enseñanza elemental de la época. Estos clérigos habían cursado en cambio los altos estudios de entonces, la educación superior derivada del quadrivium, de donde viene la expresión cuaderna vía, que sirvió para denominar su estrofa característica, el tetrástrofo monorrimo.

SIGLO XIV

En medio de una profunda crisis en castilla y la confluencia de cambios sociales y politicos, el mester de la clerecia se transforma. A los temas religiosos se suman otros nuevos, se incorporan formas poeticas diferentes a la cuaderna via y los textos epicos dejan de componerse. El principal exponente del mester de clerecia en siglo XIV, tradicion a punto de desaparecer, es Juan Ruiz Arcipreste de Hita.


El oficio de los clérigos
origen de la épica en el Mester de Clerecía (el oficio de los clérigos). Los clérigos eran los hombres poseedores de la cultura -en el sentido más amplio de la palabra- de la época y, por lo tantos, tenían la posibilidad de conocer los hechos históricos y reflejarlos por escrito (hecho que ocurre algo más tarde). Los individualistas creen en que son autores concretos los iniciadores de los poemas épicos, y no una colectividad. No dudan de que los clérigos utilizaran a los juglares como medio de difusión de la cultura.

Es necesario señalar que, sea su origen juglar o clerical, las intenciones que tuvieran cada uno de ellos -dado sus oficios- debieron ser distintas: el juglar, divertir; el clérigo, adoctrinar. 

El juglar, como profesional de la diversión, actuaba frente a públicos de distintos tipos y niveles culturales, lo que provocaba que los poemas memorizados debía adaptarlos en cada momento, en un sentido orgánico de la creación, para ser aceptado por los espectadores, y no sufrir el rechazo. Esto implica que estos poemas no tenían, en sus principios, ni la uniformidad ni la conservación que tiene la literatura actual. Los poemas épicos estaban afectados tanto por la renovación continua como por las tendencias y modas literarias de cada instante, hasta que empezaron a aparecer los primeros documentos escritos de los mismos (aproximadamente en el siglo X).

El clérigo buscaba el adoctrinamiento utilizando leyendas e historias, en su afán de la atracción de los peregrinos y fieles a sus pensamientos. Existieron, incluso, clérigos vagabundos, juglares, que iban de boca en boca alimentando esta práctica de la publicidad de la poesía épica.

Probablemente ninguna de las teorías fueran erróneas y se produjera una coexistencia de ambos orígenes, que generaron el nacimiento de este arte románico, cuyo conocimiento y disfrute es esencial para todos aquellos que quieran conocer el nacimiento de nuestra literatura.