Características del género lírico
Las obras de carácter lírico, por lo tanto, se caracterizan por una perspectiva subjetiva; la obra gira en torno a un yo, que presenta la realidad desde su punto de vista. El objetivo principal de una obra lírica no es la descripción de lo externo, sino la expresión de una interioridad: de los sentimientos, de las sensaciones y de los pensamientos del que habla, generalmente el poeta. Como consecuencia de todo esto, en el género lírico es muy frecuente el empleo de la primera persona, pero pueden también aparecer otras personas gramaticales.
A diferencia de los otros géneros, en el lírico no tienen un papel prioritario las acciones ni el discurrir del tiempo; se detiene en los estados del alma y los evoca. Debido a que persigue transmitir un determinado sentimiento o una situación anímica, en el género lírico predomina la descripción como variedad del discurso.
Algunas de estas características pueden observarse en el siguiente soneto:
EL POETA PIDE A SU AMOR QUE LE ESCRIBA
Amor de mis entrañas, viva muerte
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.
Amor de mis entrañas, viva muerte
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.
En este poema, el autor se expresa a través del uso de la primera persona en los verbos (espero, pienso, vivo, quiero, sufrí) y en los pronombres y determinantes (mis entrañas, mí, yo). Pero también el léxico remite a realidades interiores (entrañas, corazón, alma, locura) que hacen que los sentimientos cobren protagonismo y podamos identificar el texto como lírico. Aunque se refiere a otras personas (tú) o elementos externos distintos al yo (la piedra, el aire), estos se emplean en último término para expresar lo que el poeta siente.
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